Unos días antes había leído que desde la estación partía la Vía Verde hacia Puerto Real pero allí no pude ver ningun letrero ni señal de la misma. Solo un carril bici que seguí unos docientos metros para convertirse en un estrecho camino de tierra, muy sucio por cierto, que discurría por el lateral de un parque para perros. Bajo un árbol, algo escondido, pude ver el único cartel informativo sobre este sendero.
Tras un paso bajo las vías del tren y hacia la derecha comienza el carril que hasta Puerto Real, discurre paralelo al trazado ferroviario.
Por este puente sobre el Caño de Chiclana discurre la carretera de La Carraca, nosotros cruzaremos por otro puente paralelo mas pequeño. A un kilometro aproximadamente cruzaremos dos puentes más , uno sobre el Caño Chico de Puerto Real y otro sobre el Caño de Talanquera y a unos metros, a medio camino de las dos poblaciones gaditanas, un mirador de madera, techado y con bancos nos invita a relajarnos para admirar el paisaje que nos rodea. Estamos en el Parque Natural de la Bahía de Cádiz.
Con este paisaje a nuestra izquierda y las vias del tren a nuestra derecha seguimos pedaleando hasta Puerto Real. Tras pasar bajo un puente por el que pasa la carretera de circunvalación tomamos a la izquierda un carril de subida para llegar a una rotonda desde donde parte la Avenida Catorce de Abril de Puerto Real. Hemos recorrido ocho kilómetros y doscientos metros. Hemos recorrido la Vía Verde de San Fernando a Puerto Real.
Ahora, casi anocheciendo, vuelta a San Fernando para llegar a la estación donde nos esperan.
Parque
Natural Bahía de Cádiz
La Vía Verde atraviesa
este Parque Natural que tiene una extensión de 10.522 hectáreas y está
comprendido entre los municipios de Cádiz, Chiclana de La Frontera, el Puerto
de Santa María y San Fernando.
Es un Espacio Natural
con una gran diversidad paisajística por sus playas, dunas, lagunas, esteros y
marismas. En estas últimas se pueden encontrar especies vegetales como
espartinas, salicornia y sarcoconia en función del nivel de inundación. En las
dunas también aparece vegetación, con plantas como la rubia de mar o el tártago
marino, que se intercalan con pinos piñoneros y algunos arbustos.
En su fauna se
encuentran ejemplares como el camaleón común que es una especie en peligro de
extinción. Las aves también tienen un peso importante en el Parque, siendo uno
de los espacios por los que trascurren las especies migratorias entre Europa y
África, además, están presentes algunas de las colonias más importantes de
charrancitos, cigüeñuelas y avocetas.
Texto por Junta de
Andalucía.
Las
Salinas
Durante los meses de verano el fuerte calor del sol hace que el agua del
mar, que entra con las mareas a través de los caños, se evapore dejando la sal
que contiene como residuo. Esta sal va cristalizando en estos esteros o salinas
de donde, acabado el proceso de evaporaciones sucesivas, se recoge y almacena.
Las salinas tienen compartimentos, con niveles de base diferentes y situados en el corazón de las marismas, que permiten el control y la circulación del agua hasta un sistema de compuertas. Los elementos principales en una salina son: un caño de alimentación que introduce agua de mar, una superficie de almacenamiento o estero que se comunica a voluntad mediante compuertas -que suele usarse para el cultivo de peces- y una superficie de preparación de la sal en la que el agua procedente del estero va aumentando de concentración salina. Ésta última se divide, a su vez, en tres zonas: el lucio, de mayor fondo, la retenida, de nivel medio, y el periquillo, de menor profundidad, a los que sigue una superficie de cristalización, llamada tajería, compuesta por uno o varios estanques rectangulares de bajo fondo, los cristalizadores, donde se obtiene la sal por evaporación del agua.
En los esteros se mantiene la industria de pescado tradicional siguiendo la costumbre de extraerlo mediante el proceso llamado "despesque". En las redes que arrastran pueden encontrarse especies de gran valor comercial como doradas, robalos, lisas, lenguados y albures y otras muchas como anguilas o bailas, aunque últimamente se están desarrollando sistemas de "siembra" de alevines que permiten la cría selectiva.
Las salinas tienen compartimentos, con niveles de base diferentes y situados en el corazón de las marismas, que permiten el control y la circulación del agua hasta un sistema de compuertas. Los elementos principales en una salina son: un caño de alimentación que introduce agua de mar, una superficie de almacenamiento o estero que se comunica a voluntad mediante compuertas -que suele usarse para el cultivo de peces- y una superficie de preparación de la sal en la que el agua procedente del estero va aumentando de concentración salina. Ésta última se divide, a su vez, en tres zonas: el lucio, de mayor fondo, la retenida, de nivel medio, y el periquillo, de menor profundidad, a los que sigue una superficie de cristalización, llamada tajería, compuesta por uno o varios estanques rectangulares de bajo fondo, los cristalizadores, donde se obtiene la sal por evaporación del agua.
En los esteros se mantiene la industria de pescado tradicional siguiendo la costumbre de extraerlo mediante el proceso llamado "despesque". En las redes que arrastran pueden encontrarse especies de gran valor comercial como doradas, robalos, lisas, lenguados y albures y otras muchas como anguilas o bailas, aunque últimamente se están desarrollando sistemas de "siembra" de alevines que permiten la cría selectiva.
Texto: http://www.islabahia.com/
![]() |
De vuelta en la estación de San Fernando
Viernes, 7 de septiembre de 2018. Amanecimos en Málaga y ahora se hace de noche en San Fernando. Otra Vía Verde recorrida.
Fotos de Erreguemo.
|