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domingo, 24 de marzo de 2019

Caminata a la Sima Encantada


Han pasado ya bastantes años de estas dos fotografías. En la primera estoy en el Cortijo de Pedro el Cruel. La foto en papel está fechada el 4 de noviembre de 1978. En la segunda foto que, por cierto, la guardo con mucho cariño, estamos mi hermano José y yo y está tomada en la Sala del Triángulo de la Sima Encantada en 1976.


A finales de los 70, algunos fines de semana íbamos de excursión a una zona cercana a nuestra ciudad. La llamaban la Sima Encantada. Allí acampábamos y aparte de visitar los alrededores, entrabamos y explorábamos unas cuevas sobre las que oíamos diferentes leyendas algunas de ellas difíciles de creer...
Hoy, después de tanto tiempo y aprovechando unos días en la ciudad, vamos a hacer nuestra caminata a la Sima Encantada, es algo que desde hacía tiempo tenía en mente. Me acompañan Pedro y mi hijo Rafa.


De muchachos salíamos de nuestra casa, a la altura del Parque de la Victoria, con los amigos pasábamos por la carretera de Granada y por la Fuente de Don Diego, a mediación de esta calle, en una pequeña tienda que abría muy temprano comprábamos pilas para nuestras linternas y alguna bebida fría y salíamos de Jaén por el barrio de la Alcantarilla.

Hoy vamos a hacer algunos kilómetros menos ya que voy a aparcar el coche junto a una casa  en la carretera del Puente de la Sierra.


Nuestro recorrido comienza en el kilómetro 2 de la JA-3210, antiguo camino de la carretera de Jaén a Granada y la sierra. Un cartel indica su nombre "Camino de Pedro Codes". En el mismo se informa que se trata de una propiedad privada y se prohíbe su paso. Al parecer, desde hace bastante tiempo ha habido diferentes puntos de vista sobre su titularidad; sin embargo, la publicación de la Ordenanza de Caminos de la ciudad de Jaén de 2015 señala dicha vía como un camino público de titularidad municipal.


Los primeros metros subimos una empinada cuesta, recuerdo que de muchacho la subía sin enterarme y ahora he de hacer algunas paradas cortas para recuperar el aliento. Hay una fila de altos cipreses a nuestra derecha durante toda la subida separando del camino de la finca. Recuerdo mientras subo que tras un par de curvas y ascender varias decenas de metros en poca distancia mirábamos hacia atrás y podíamos ver una espectacular imagen de la parte sur de Jaén, con su Catedral, el Castillo y la Cruz.


El camino discurre entre campos de olivos y, de vez en cuando asomando entre ellos, los cortijos blancos.


Entre los olivos con el Castillo de Santa Catalina de fondo, podemos ver los restos de una antigua torre de vigilancia árabe: Torre Bermeja


Las Peñas de Castro a nuestra derecha, monumentales formaciones que merece la pena visitar próximamente.



Olivos plateados de Jaén. Uno tras otro, en formación no desaparecen de nuestra vista durante todo el recorrido. Tras varios kilómetros de carretera asfaltada, llegamos a un cruce, ambos caminos son de tierra. Tenemos que tomar el de la derecha para llegar tras casi un kilómetro al Cortijo de Pedro el Cruel.








Tras pasar el Cortijo, siguiendo el camino entre los olivos bajamos hacia un paso que nos va a llevar directamente a la Sima.







Tras este desfiladero, a la izquierda, llegaremos hasta la meseta donde está la Sima. La siguiente fotografía está tomada desde allí. En primer término, abajo, el cortijo en ruinas de la "mujer muerta", olivares, la carretera de Jaén a Los Villares y el Monte Jabalcuz visto de perfil.




En la meseta, sin ningún tipo de señalización, está la Sima Encantada. Es un tubo o chimenea de formas irregulares con una profundidad de 20 metros que llega a una sala central desde donde se parte en dos direcciones. Una de ellas hacia el norte nos conduce por un paso de gatera de tres metros a un corredor que termina en forma triangular. Dejándose caer por uno de los lados hasta el fondo de la galería, se llega a la base pudiendo continuar unos metros hasta cerrarse completamente la grieta. En la otra dirección, hacia el sur, se accede por una rampa hasta la base de la entrada. Junto a la misma se abre una serie de grietas y recovecos que no conducen a ningún sitio determinado.



Abertura de la Sima Encantada en la meseta del Cerro El Canjorro.


Esta entrada está al sur de la Sima, en un plano inferior de altura al pie de unos pequeños tajos.

















Jaén. 16 de marzo de 2019



martes, 28 de agosto de 2018

Vía Verde del Aceite. Jaén - Martos - Jaén

A finales de octubre, aprovechando que íbamos a pasar un fin de semana en Jaén, eché la bicicleta al coche porque tenía ganas de recorrer algunos kilómetros de la Vía Verde del Aceite. 
Así, un sábado por la mañana, con una temperatura muy agradable y el cielo completamente azul, salimos Antonio, Antonio Luis y yo desde las Fuentezuelas; dirigiéndonos por un carril de tierra prensada hacia el oeste, hacia Torredelcampo.


Recorrido en Wikilock







Fotos de la Ruta

Mapa orientativo en la salida. Las Fuentezuelas. Jaén.

Kilómetro 0 de la Vía Verde del Aceite. En Jaén.

Una vía ideal para el deporte disfrutando del paisaje.

El camino de vuelta.

Campos de olivos en las cercanías de Jaén.

Estación de Torredelcampo

Área de descanso en la Estación de Torre del Campo

Puente de la Vía Verde del Aceite

Autovía del Olivar.

Puente sobre la autovía


Antonio, Antonio Luis y yo en Martos.

En Martos, junto a la Peña.

 Posando para la cámara

Conseguido, ahora volvemos a Jaén

Vía verde del Aceite. Estamos en tierra de olivos.


Historia del Ferrocarril (Página web de Vías Verdes)            
http://www.viasverdes.com
El 12 de julio de 1852 se celebró en el Ayuntamiento de Jaén una reunión de contribuyentes para tratar, por vez primera, la posible consecución para Jaén de una línea ferroviaria. En el 1859 tuvo lugar otra importante reunión para la construcción de un ramal que enlazara Jaén con Espeluy y que se uniría a la línea general de Andalucía. Sin embargo, la idea tardó en hacerse realidad casi dos lustros después de barajarse distintos proyectos. Así se decidió construir una línea ferroviaria que partiendo de la general de Andalucía, por Jaén, enlazara con Puente Genil pasando por Cabra y Lucena. La Ley que la autorizaba se aprobó en el año 1873.
En 1876 fue aprobado el proyecto presentado por el malagueño Jorge Loring, comenzando las obras en 1879 a cargo de la flamante Compañía de Ferrocarriles Andaluces. En julio de 1881 se completó el tramo entre Espeluy y Jaén hasta que, en 1890, el ingeniero De la Pierre presenta la modificación del trazado original de la vía, en la cual se proyectan ya las estaciones de Martos, Vado Jaén, Alcaudete, así como los grandes viaductos de la línea (Guadajoz, Víboras,...), Las obras se desarrollaron bajo la dirección de Carlos Alexandre, ingeniero de la Compañía de Ferrocarriles Andaluces, encargándose al taller de ingenieros-constructores Daydé y Pille, de Creil (Francia) la construcción de los viaductos metálicos y pontones.
En 1891 se terminó el tramo cordobés comprendido entre Puente Genil y Cabra y, en 1893, se daban por finalizados los trabajos del tramo Cabra –Jaén. Quedaba así expedita una línea ferroviaria que salía de Linares, pasando entre otras estaciones por la de Jaén, Torredelcampo, Torredonjimeno, Martos, Vado-Jaén, Alcaudete, Luque, Zuheros, Doña Mencía, Cabra, Lucena y continuando hasta la estación de Campo Real (Córdoba).

Con la línea ferroviaria completa, la Linares-Puente Genil, uno de los principales tráficos de aquel nuevo ferrocarril fue el transporte de aceite a granel, embarcado en vagones cisterna. Tal fue el protagonismo de este transporte que el ferrocarril recibió la denominación popular de “Tren del Aceite”, nombre que ha heredado la actual Vía Verde. Pero, además del aceite, las vías de este ferrocarril también sirvieron para transportar carbones de la cuenca de Belmez, y plomo y otros metales de los yacimientos linarenses hacia el puerto de Málaga.
La historia económica de España no fue muy boyante en las primeras décadas del siglo XX y, en 1936, la línea, junto a todas las que formaban la amplia red de “Andaluces” fue intervenida por el Estado, al comprobar que la situación económica era ya insostenible. Durante la Guerra Civil, sin embargo, la Linares-Puente Genil cobró vida sirviendo de alternativa a la frecuentemente bombardeada Espeluy-Sevilla. Al terminar la Guerra la línea se vino abajo, las locomotoras se veían menos por sus vías y a velocidades muy bajas (30 Km/h).

El 2 de julio de 1969 RENFE hizo público el proyecto relativo al Estudio Particular de la línea Jaén-Campo Real en el que, dada su precaria situación, se planteaban algunas propuestas como el cierre del servicio de viajeros, la supresión del servicio público de mercancías y el desmantelamiento del tramo comprendido entre Torredonjimeno y Campo Real. La línea se mantuvo en activo hasta 1985.

La Diputación Provincial de Jaén puso en marcha, diez años después, un proyecto de recuperación del viejo ferrocarril abandonado como Vía Verde para la práctica segura del turismo en bicicleta y senderismo por turistas y visitantes locales, que concluyó con la finalización de las obras de adecuación del tramo jiennense en 2002 y su inauguración tras las necesarias obras ejecutadas por el Ministerio de Medio Ambiente. Con posterioridad fue recuperado también el recorrido cordobés, cuyo tramo final, de Lucena a la estación de Campo Real fue puesto en servicio como Vía Verde en 2011. Poco después se sumó la recuperación del ramal de Baena acondicionado por este Ayuntamiento cordobés.               http://www.viasverdes.com

http://www.viasverdes.com/img/archivos/Folleto_VVAceite.pdf

miércoles, 10 de enero de 2018

Caminata al Quejigo del Amo o del Carbón. Sierra Sur de Jaén

Una plácida mañana de principios de otoño, José Luis , senderista y practicante de caminata nórdica, quiso enseñarnos en uno de los parajes más vistosos de la Sierra Sur de Jaén un arbol centenario, el Quejigo del amo o del carbón. 

A pocos kilómetros de Valdepeñas de Jaén y del Pantano de Quiebrajano, a 1300 metros de altura sobre el nivel del mar se encuentra este ejemplar de Quercus faginea con una edad estimada de entre 500 y 1000 años, podría dar sombra con su copa a 200 personas. Su tronco tiene un perimetro de 12 metros.



Se dice que su dueño repetía constantemente su propiedad y por esto la gente lo llamaba "del amo".


Salimos en coche desde Jaén por el Barrio de la Alcantarilla hacia el Puente de la Sierra para dirigirnos al pantano de Quiebrajano. Desde allí por una estrecha carretera con bastantes baches llegamos a una zona donde aparcamos. 
Estábamos a 1025 m. s.n.m. y ascenderíamos por una ancha pista de tierra hasta el Quejigo, 300 metros más arriba y unos 5 kilómetros de distancia.



Desde donde partimos hay esta magnifica vista de la presa y pantano que, debido a la escasez de lluvias, no está ni a la mitad de su capacidad. Al fondo, el sur de Jaén y el Cerro de Santa Catalina con su imponente Castillo en la cima.

Al oeste, la Sierra de la Pandera a 1800 metros de altura es el punto mas alto de la Sierra Sur de Jaén. En su cumbre hay una estación militar, (repetidor de telefonía militar). En la siguiente foto se puede observar una de sus antenas.


Comenzamos nuestra caminata ascendiendo por el sendero, disfrutando de las magníficas vistas que la sierra nos ofrecía, al este, la Cruz de la Chimba y Métamelos, algo más al sur el Puerto de Pitillos.


El camino está salpicado de un abrupto paisaje típico mediterráneo con bosques de encinas, alcornoques, quejigos y pinos. 
Quejigos centenarios pero de entre todos ellos destaca el del Amo o del Carbón.


Bosques de pinos carrasco. Importante agente contra las erosiones, de ahi su uso en reforestaciones.


José Luis, disfrutando del deporte que más le gusta, la caminata nórdica. 


"Cuentan los vecinos de la zona que el amo solía descansar y refrescarse bajo su sombra por ello se le conocía como Quejigo del Amo. Las repetidas podas realizadas en él, tenían la finalidad de producir gran cantidad de leña, para después transformarla en carbón, de ahí el otro nombre por el que se le conoce, Quejigo del Carbón".


Fue declarado monumento natural por la Junta de Andalucía en el año 2001. Hasta entonces estaba protegigo como árbol singular.


Detalle de su tronco. Tiene un perimetro de 12 metros y sus ramas tienen esa peculiar forma por las continuas podas  realizadas.


Localización de la ruta en un mapa de Jaén y cercanías.















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